El Párkinson es un trastorno cerebral progresivo y degenerativo que deteriora el movimiento y afecta a otras funciones motoras básicas. Sus síntomas comienzan gradualmente y pueden ir empeorando con el tiempo, causando dificultades para realizar ciertas actividades. Caminar, comer, hablar, escribir y dormir son algunas de las funciones que más se ven afectadas; sin embargo, la enfermedad también es capaz de provocar cambios mentales y de comportamiento como lo son la fatiga, depresión y problemas de memoria.
Esta enfermedad puede iniciar alrededor de los 60 años, lo cual la convierte en un importante factor de riesgo para las personas mayores, y además, puede darse por herencia o por la exposición prolongada a toxinas. En algunas ocasiones puede desarrollarse de forma precoz debido al factor hereditario o a mutaciones genéticas específicas.
La principal causa del Párkinson está relacionada con la ruptura o muerte de las células nerviosas del cerebro, especialmente las del área de los ganglios basales (que se encuentran directamente conectados con el movimiento). Estas células nerviosas son responsables de la creación de un mensajero químico llamado dopamina, el cual se encarga de enviar mensajes entre las neuronas. Otras causas son las mutaciones genéticas hereditarias, los desencadenantes ambientales, como las toxinas, y la presencia de cuerpos de Lewy, que son cúmulos de sustancias que se encuentran dentro de las células cerebrales.
Algunos de los síntomas que se presentan por la enfermedad de Párkinson son:
- Temblores en una extremidad, a menudo en las manos o los dedos.
- Lentitud en los movimientos, así como pérdida de la capacidad de realizar movimientos inconscientes como parpadear o sonreír.
- Músculos rígidos que pueden resultar dolorosos.
- Deterioro de la postura y el equilibrio.
- Cambios en el habla, como arrastrar las palabras, hablar en monótono o dudar antes de hablar.
- Cambios en la escritura.
- Dificultad para comer, masticar o tragar.
- Depresión y otros cambios emocionales o de comportamiento.
- Fatiga, dolor y alteración del sentido del olfato.
- Trastornos del sueño y otras dificultades cognitivas.
Aún no se encuentra una cura para esta enfermedad, pero existen tratamientos médicos y otras terapias para ayudar a disminuir sus síntomas, incluyendo medicamentos que pueden aumentar el nivel de dopamina en el cerebro, y practicando cuidados preventivos para ayudar a manejar la condición. En Bright Care Medical Group nos especializamos en medicina preventiva para adultos mayores, especialmente para quienes están en riesgo de desarrollar una enfermedad como el Párkinson, y contamos con un equipo capacitado y profesional para ayudarle a mejorar y mantener su bienestar.
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